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El placer de la sumisión
El placer que me da ser sumisa tiene que ver con sentirme en total y absoluta confianza con mi amo. Me siento muy tranquila con él, por que sé que me cuida como una joya y me protege como su posesión más valiosa.
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Dominadora dominada
No sé si llamarlo karma o una burla del destino. La cosa es que quise ser ama, y por un descuido terminé sometida. Me vi en la obligación de ser sumisa, pero no en el aspecto físico, sino en el psicológico, que puede ser mucho más cruel y perverso.