Noche épica en el club SW

Relato en primera persona de Nicole, una chica unicornio que frecuenta clubes SW para hacer tríos con parejas ocasionales.

Entrar sola al club SW es mi momento favorito de mis aventuras como chica unicornio. No tengo novio que me lleve de la mano, ni amigas que me distraigan. Soy yo, mi vestido predilecto y una fiesta llena de depredadores que no saben que, en realidad, la presa son ellos.

Ir al club SW es para mí una experiencia gratificante. Apenas cruzo la entrada, las miradas comienzan a posarse en mí. Soy una unicornio y eso me hace deseable. Me convierte en un trofeo difícil de conseguir. Y por supuesto, no pago entrada. Ni siquiera pago por las bebidas que consumo.

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Algunos ya me conocen. Otros me ven por primera vez. Los que ya me conocen saben a qué voy; por lo general, me saludan con un gesto amable y me dejan seguir. Los que me ven por primer a vez, muy comúnmente me ven como una presa apetecible y se me acercan ingenuamente para intentar “cazarme”. Si son singles, antes de que digan una palabra les hago entender que mejor sigan caminando. Si son una pareja hetero, los dejo que hablen.

Escuchando propuestas

A veces se me acercan parejas hetero con quienes ya he estado anteriormente. Pero a mí me interesan más las parejas desconocidas. Prefiero las experiencias nuevas, aunque puedan terminar en frustraciones y decepciones. Ese riesgo es parte del atractivo de mis aventuras como unicornio.