Podofilia: Qué es y por qué es el fetiche de pies
Entre los fetiches eróticos que involucran a alguna parte del cuerpo en especial, el fetiche de pies es uno de los más comunes. ¿Qué tienen de especial los pies que despiertan el ímpetu sexual en tanta gente?
Tabla de contenidos
El fetiche erótico más extendido y universal es el de la adoración por los pies humanos.
Se llama podofilia y es uno de los fetichismos más comunes en los hombres, mientras que prácticamente no hay información sobre la predilección de las mujeres por los pies. Estrictamente hablando, la podofilia no es un fetichismo si no más bien un parcialismo, debido a que se trata de un placer que se deriva de reducir simbólicamente al cuerpo humano a una de sus extremidades.
¿Qué es la podofilia?
La podofilia es el placer o la excitación sexual que sienten ciertas personas al ver, acariciar, besar, chupar, oler o lamer los pies de otra persona. Los especialistas en salud sexual explican que el gusto o la preferencia por algo como los pies no debe confundirse con un fetiche o una parafilia.
Todos podemos tener preferencias en cuanto a estímulos sexuales. Para algunos es la atracción por los pies, para otros pueden ser los dedos de las manos, las orejas, etc. Esa preferencia se transforma en una parafilia si una persona depende obsesivamente de ella para alcanzar el placer o la excitación.
El fetiche de pies y por qué es tan común experimentarlo
No se sabe con exactitud por qué la atracción por los pies es tan frecuente. Pero quienes buscan una explicación para todo argumentan que un pie desnudo excita por que lo asociamos con la intimidad. Las mujeres desnudamos nuestros pies cuando nos queremos relajar y sentirnos cómodas. Quitarnos los zapatos es comúnmente el primer paso para alcanzar la desnudez total, y una señal de que lo bueno está por empezar.
Por otra parte, la piel de los pies tiene una alta concentración de terminales nerviosas, por lo que se encuentra entre las zonas erógenas predilectas del cuerpo humano. Para muchas mujeres (incluida quien suscribe), la estimulación del pie es una importante fuente de placer, y para los hombres que lo saben, estimular los pies de su pareja es una buena forma de excitarse mutuamente.
¿Cuán frecuente es la podofilia en el hombre?
Todas las parafilias son más frecuentes en los hombres que en las mujeres, según los expertos, por causa de las diferencias hormonales entre los sexos. En el caso de la predilección por los pies femeninos hay muchas explicaciones posibles y ninguna es 100% convincente. Sin embargo, entre las distintas explicaciones, la que me pareció más creíble es que las curvaturas en la forma del pie se asemejan a las curvas ideales de la figura de la mujer, y por eso los pies tendrían más atractivo sexual para los hombres que para las mujeres, despertando la lujuria en ellos. Tiene bastante lógica.
Otra explicación, también bastante sensata, es que los pies están entre las primeras regiones del cuerpo estimuladas por las figuras maternas, junto con la estimulación oral relacionada con amamantar. El estímulo de los pies por parte de sus madres quedaría entonces en el subconsciente del hombre y afloraría como un fetiche en la edad adulta. Esto deriva en que muchos hombres enloquezcan cuando una mujer les estimula los genitales con sus pies.
Variantes de la podofilia
Entre quienes gustan de los pies hay muchos distintos “estilos”. Algunos encuentran placer en la simple contemplación de los pies, descalzos o no. Para otros es excitante el contacto con los pies y con los dedos de los pies: tocarlos, acariciarlos, besarlos lamerlos o frotarlos contra los genitales como parte de una actividad de petting.
Otras variantes más extrañas le añaden el fetiche de la pedicura o de las medias usadas. Se venden por internet bolsas de uñas cortadas y medias usadas. Y si se venden, es por que hay quienes compran esos artículos.
Olor a pies
También hay quienes se excitan con el olor a pies. Esta variante de la podofilia tiene que ver con la olfactofilia, un resabio del instinto primitivo que nos hacía sentirnos atraídos hacia ciertos individuos en particular, ya sea para perpetuar la especie (es decir, procrear con personas afines a nosotros) o para mantenernos junto a nuestros pares; algo así como “mantener a la familia unida”. Sí, es parecido a lo que hacen los perros cuando se huelen los traseros entre sí. El instinto que nos hace querer estar con quienes tienen cierto olor (en los pies o en otras partes del cuerpo) es lo que deriva en la predilección por sentir olor a pies.
También la costumbre de oler los pies tiene que ver con el masoquismo y el sometimiento: obligar a alguien a sentir el olor de unos pies sucios es una forma de humillación que a los masoquistas puede resultarles muy atractiva.
El fetiche por los zapatos de tacón
Los fetichistas que sienten un gusto especial por los pies también pueden incurrir en una parafilia llamada altocalcifilia: la estimulación erótica resultante de observar o usar zapatos de tacón alto. A su vez, la altocalcifilia es uno de tantos fetichismos relacionados con prendas de vestir. Entre éstos está el fetichismo de los zapatos en general, llamado retifismo.
Esta clase de fetichismo se completa con el uso de accesorios cercanos al pie, como las tobilleras o anillos para los dedos de los pies, que suman un atractivo adicional para los adoradores del pie.
Pantimedias: objeto de adoración
Las pantimedias escapan a la calificación de parcialismo o parafilia para los hombres, ya que cualquier individuo se vuelve loco al ver a una mujer quitándose sus pantimedias. Lo que no es tan común es que a un hombre le guste usar pantimedias – eso sí califica como fetichismo, particularmente cuando se asocia con la actividad sexual. Quienes practican esta costumbre disfrutan del contacto directo del nylon de las medias con sus genitales.
A los hombres que usan pantimedias se los puede juzgar incorrectamente como travestis, por lo que prefieren mantenerlo en secreto y practicarlo en privado. Sin embargo, es bueno que manifiesten esta predilección mínimamente ante sus parejas, ya que – si no hay prejuicios de por medio – es motivo para juegos sexuales que pueden aumentar la satisfacción de ambos y mejorar la vida sexual.
Quentin Tarantino y la podofilia
No es casual que el fetiche por los pies esté muy presente en las películas de Tarantino. Al famoso director de cine le gustan las buenas tomas de pies. La constante presencia de las extremidades inferiores en sus películas ha hecho que su supuesto fetiche por los pies sea vox pópuli en Hollywood. Sin embargo, el director no se lo toma en serio, y señala que “hay muchos pies en películas de muchos buenos directores”, destacando a Luis Buñuel, Alfred Hitchcock y Sofía Coppola.
Espero que les haya gustado este pequeño tratado sobre el fetichismo de pies y sus derivados. Ya saben, si les gustan los pies, háganselo saber a sus parejas e inventen juegos sexuales en donde los pies sean los protagonistas.
Mis piecitos les dejan un saludito 🥰
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