Cómo fotografiar el cuerpo humano
Fotografiar el cuerpo humano es la parte que más me gusta de la fotografía artística. Me encanta manejar la luz para delinear los contornos de la figura humana, resaltando expresiones faciales y corporales, y destacando las cualidades físicas de las personas para que las imágenes transmitan un mensaje. Para practicar, suelo usarme a mí misma como modelo (pueden ver mis consejos sobre cómo posar para una foto), aunque lo ideal es trabajar con modelos profesionales que sepan colaborar con el fotógrafo y hacer de la sesión un trabajo en conjunto.
Galería – mis trabajos como fotógrafa de modelo vivo (sólo para miembros).
Componer una fotografía del cuerpo de una persona requiere técnicas que van más allá de lo meramente fotográfico. Además de manejar cuestiones como iluminación, encuadres, enfoques, cámara, lentes, fondo y demás, hay que saber manejar la interacción con la modelo para lograr resultados óptimos (aclaro que de aquí en más me referiré a la modelo como persona femenina, y a el fotógrafo como sujeto masculino sólo a los fines de simplificar la escritura; no quiero pecar de sexista, menos aún en mi caso que soy fotógrafa).
Con los consejos que doy a continuación espero facilitar la tarea a cualquiera que quiera dedicarse a fotografiar los cuerpos de las personas desde un punto de vista artístico. No lo recomiendo como actividad rentable, ya que sólo unos pocos fotógrafos muy reconocidos pueden ganar dinero haciendo fotos artísticas de personas. Se puede trabajar haciendo fotografía de boudoir, pero no es lo más recomendable. Para quien busque simplemente disfrutar sacando fotos de los cuerpos de la gente (como es mi caso), espero poder transmitir algo del encanto de esta rama de la fotografía.
Tabla de contenidos
Fotografía abstracta de la figura humana
La fotografía abstracta abarca una amplia gama de estilos y técnicas. También se conoce como fotografía no objetiva, experimental o conceptual. La fotografía abstracta – al igual que cualquier forma abstracta de arte – transmite emociones sin intentar representar algo obvio o evidente, dejando al espectador la tarea de darle un significado a lo que ve. La fotografía concreta, en cambio, no necesita interpretación. Lo que se muestra es lo que se intenta transmitir, y punto. A través de las reglas de composición, los fotógrafos abstractos desvían, enfatizan o deconstruyen una imagen.
La fotografía del cuerpo humano explora el modo en que nos relacionamos visualmente con nosotros mismos y con los demás. La abstracción elimina los problemas de representar un objeto concreto, dejando al espectador la tarea de darle un significado a lo que ve.
Una fotografía abstracta del cuerpo puede delinear un rasgo reconocible. Pero el énfasis se desplaza del cuerpo como estructura física familiar al de una forma de arte que busca causar una emoción en el espectador.
Dejar de lado al erotismo (o no)
Hablamos de que las fotos artísticas transmiten emociones. Cuando pensamos en el cuerpo humano desnudo, podemos suponer que la emoción que transmite tiene que ver con el erotismo. Puede ser que cause excitación sexual. Pero esto no necesariamente debe ser así. Una foto del cuerpo humano puede transmitir infinidad de otras emociones o sensaciones: tristeza, alegría, miedo, picardía, cansancio, tranquilidad… todo depende de la habilidad del fotógrafo para componer la imagen de forma tal de que transmita lo que desea.
Podríamos suponer que las sensaciones o emociones eróticas son las que más fácilmente se transmiten a través de una foto del cuerpo humano desnudo. Pero la verdad es que una foto puede transmitir erotismo sin mostrar ninguna desnudez. Una foto de una boca con los labios entreabiertos, o una mirada sugestiva, puede ser infinitamente más erótica que la foto de un cuerpo desnudo.
Pintar con luz
La luz es el pincel que usamos los fotógrafos para pintar nuestros retratos. La fotografía del cuerpo humano muestra el juego entre la luz y la forma física. Se puede utilizar tanto la luz de estudio como la natural. Se trata de esculpir el material del sujeto, creando énfasis y forma.
Pero la luz es un recurso cambiante. La luz artificial tiene una temperatura de color diferente a la de una fuente de luz natural. Dependiendo de la ubicación y la hora del día, la luz natural puede comportarse de diferentes maneras. La luz también puede ser suave o dura, de nuevo dependiendo de su fuente.
Al fotografiar el cuerpo humano, todas esas variables se unen, investigando la materialidad del cuerpo como si fuera un lienzo interactivo.
Eliminar el color
Los colores distraen. Es una de las primeras cosas que nos enseñan en fotografía artística. Excepto, claro, en el caso en que el color sea parte del mensaje o de la sensación que buscamos transmitir a través de nuestras fotos. Pero en la mayoría de los casos, la efectividad de una foto en blanco y negro es mayor que la de una en colores, cuando se trata de transmitir sensaciones.
Eliminar la ropa de colores, la iluminación ambiental o la temperatura del color elimina distracciones. Conecta al espectador con la imagen, sin representar momentos o lugares que cambian con el tiempo.
A su vez, la fotografía en blanco y negro crea una mayor sensación de profundidad en una imagen. Al representar una imagen en escala de grises, las sutiles tonalidades de la luz son más visibles, conectando elementos dentro de un marco donde el color crearía una separación.
La relación fotógrafo-modelo
Trabajar con modelos es una tarea difícil, particularmente cuando deben estar desnudos. El fotógrafo debe hacer una buena parte de su trabajo antes de la sesión, de forma tal de planificarla correctamente y evitar inseguridades, improvisaciones y dudas que hagan sentir incómoda a la modelo.
Para lograr un buen resultado es fundamental que haya una comunicación fluida entre fotógrafo y modelo. En ningún momento la modelo debe sentir que le están haciendo perder su tiempo. Y por sobre todas las cosas, hay que tener muy claro que la modelo es responsable de una parte importante del trabajo: no es un maniquí ni una estatua viviente que sólo hace lo que le ordena el fotógrafo. La foto debe ser el resultado de un trabajo conjunto entre ambos.
Antes de la sesión, el fotógrafo debe charlar con la modelo para transmitirle sus ideas, para que ella sepa cuáles son los objetivos de la sesión. Es fundamental que el fotógrafo pregunte con qué tipo de imágenes se siente cómoda y con cuáles no. Si la modelo es profesional (y si se conoce bien a sí misma), puede sugerirle los mejores ángulos para fotografiarla.
Modelos masculinos
En mi experiencia, es mucho más fácil trabajar con modelos femeninas que con modelos masculinos. No lo digo por que yo sea mujer y las modelos tengan más facilidad para posar para mí. He estado en sesiones con fotógrafos hombres y modelos femeninas y masculinos, y he observado que las mujeres tienen mucha más facilidad para posar; sin importar que el fotógrafo sea hombre o mujer.
El hombre, cuando posa, parece sentir que se lo está poniendo a prueba. Es muy difícil lograr que un modelo masculino se distienda. Especialmente cuando está desnudo. Al posar, los hombres sienten que tienen que mostrarse fuertes, viriles. Es muy difícil lograr, por ejemplo, que un hombre pose mostrándose vulnerable. Para poder hacerlo tiene que ser un modelo muy profesional.
Quería hacer esta observación, ya que debe tenerse en cuenta esta particularidad cuando se planifica una sesión de fotos.
Lograr un ambiente relajado
Para aprovechar al máximo el tiempo que dure la sesión, es importante lograr que la modelo se sienta lo más cómoda que sea posible. El fotógrafo debe preguntarle si la temperatura del ambiente es adecuada, si le gustaría escuchar alguna música en especial para sentirse inspirada y motivada. También debe tener claro que puede tomarse los descansos que necesite. Que no haya nada que impida que la modelo se exprese con libertad y comodidad. No debe haber ningún rastro de cansancio en las expresiones o posturas de la modelo (a menos, claro, que se busque justamente lograr un retrato que exprese cansancio).
El fotógrafo debe reconocer el profesionalismo de la modelo. Para ello, conviene que le explique cuál es su forma de trabajar. Así como un dentista muestra sus instrumentos al paciente para que les pierda el miedo, el fotógrafo debe mostrar la cámara, las pantallas, los spots, y todos los demás elementos a la modelo. También se le debe presentar a cualquier persona que ayude con las fotografías. No se debe sentir intimidada por ninguna cosa o persona interviniente en la sesión.
Planificar para trabajar mejor
Como último consejo, sugiero tomarse todo el tiempo que haga falta antes de citar a la modelo para planificar la sesión. Se deben estudiar las formas, la composición, el espacio, el tema, los tiempos y toda la utilería que se pretenda utilizar para complementar la escena. Como si se escribiera el guión de una película, se debe planificar la sesión desde principio a fin. De esta forma se obtendrán óptimos resultados, y tanto fotógrafo como modelo quedarán satisfechos.
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