Cuando vi la noticia me entusiasmé. Pensé que, quizás, gracias a la vacuna me iba a aumentar el tamaño del busto. Después se me pasó el entusiasmo, por que a mí me dieron la Sputnik y esto del crecimiento de pechos parece ser un efecto secundario de recibir la vacuna Pfizer o la de Moderna. La noticia perdió el atractivo del todo cuando leí que el aumento de tamaño es parecido a los síntomas del cáncer de mama.
El resto de los efectos secundarios sí los tuve: fiebre, decaimiento, alteración del ciclo menstrual, entre otros. Pero mis pechos siguen igual de pequeños.
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El inusual efecto del crecimiento de los pechos días después de vacunarse, según informan los médicos, se debe a una inflamación de los ganglios linfáticos tras recibir la vacuna, lo cual para las mujeres no es nada divertido. A mí déjenme con mis pechos diminutos, que así estoy bien, y a pesar de su tamaño siguen estando entre las zonas erógenas preferidas de mi cuerpo. Pero claro, las noticias dicen que “las vacunas hacen crecer los senos casi dos tallas” y con eso atraen a lectoras ingenuas como yo.
Digo que la inflamación de los ganglios no es divertida por que puede ser un signo precoz de cáncer, sobre todo cuando la inflamación aparece en alguna de las axilas. También hay otros motivos menos preocupantes para esa inflamación, como que el cuerpo está peleando contra un resfrío o alguna infección.
Los médicos que (supuestamente) saben del tema explican que la inflamación de los ganglios linfáticos tras la vacunación contra el COVID 19 no tiene nada que ver con el cáncer, afortunadamente.
Aquí va la explicación científica: las vacunas de ARNm suministran una pequeña cantidad de código genético para enseñarles a las células a replicar la proteína de superficie del virus “pico”, que a su vez activa el sistema inmunitario. Los ganglios linfáticos contienen células B que utilizan esa información para generar anticuerpos en respuesta a una entidad extraña al organismo. Y la acumulación de anticuerpos en los ganglios linfáticos puede provocar su agrandamiento. Todo esto puede hacer que los pechos se sientan más grandes 15 días después en mujeres que reciben la vacuna COVID, pero no es motivo para preocuparse ni para entusiasmarse.
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades documentaron que un 11% de mujeres cuyos senos aumentaron de tamaño presentaban ganglios linfáticos inflamados tras la primera inyección de la vacuna Moderna. El 16% de las mujeres experimentaron una inflamación de los ganglios tras la segunda inyección. Estas inflamaciones se producen entre dos y cuatro días después de la inyección y pueden durar entre cuatro y 12 semanas.
La hinchazón de los senos como efecto secundario de la vacuna COVID puede llevar a muchas mujeres a ir de urgencia a hacerse una mamografía para ver si no hay señales de cáncer de mama. Pero los médicos aconsejan no preocuparse innecesariamente, ya que hay muchos motivos que pueden hacer aumentar de tamaño a los ganglios y, en consecuencia, a los pechos. Antes de ir a hacernos estudios por cuenta propia, debemos consultar a nuestro médico de confianza.
Y para las que necesiten hacerse una mamografía, es recomendable hacérsela antes de vacunarse. Para quienes no tengan más remedio que hacérsela después de la vacuna, es recomendable esperar entre 1 y 3 meses después de vacunarse para que las posibles inflamaciones debidas a la vacuna no alteren los resultados. Incluso si los pechos no se hinchan, los ganglios pueden inflamarse y generar falsos positivos en la mamografía.
Leí que una doctora, de nombre Hannah Milch, explicó que los ganglios tienen más probabilidades de inflamarse del lado donde se recibió la vacuna. O sea que no sólo la hinchazón no es atractiva y saludable, sino que además es despareja. Si la vacuna te la dieron del lado izquierdo, el pecho izquierdo puede quedar más grande que el derecho. Pero todo vuelve a la normalidad después de unas cuantas semanas.
Según dicen, esto también pasa como efecto secundario de las vacunas antigripales, sólo que éstas no tienen tanta prensa como las vacunas contra el COVID-19.
Las mujeres que necesiten hacerse una mamografía poco tiempo después de vacunarse, deben advertirle al técnico a cargo del estudio que ya se vacunaron, cuándo se vacunaron, y en qué brazo. Entonces el técnico estará al tanto de que puede haber una inflamación debida a la vacuna.
Un dato importante para sobrevivientes de cáncer de mama: la vacuna debe darse del lado opuesto del cuerpo de donde se diagnosticó el cáncer. De lo contrario, si una mujer presenta inflamación del mismo lado donde tuvo cáncer en el pasado, puede hacer saltar innecesariamente la alarma durante una mamografía.
En fin, la noticia no era lo que esperaba, no había alguna propiedad mágica en las vacunas que hiciera crecer los pechos. Pero igual logré dar con bastante información útil e importante que comparto con mis lectoras. Como cuando sufrí un orgasmo espontáneo y quise averiguar de qué se trataba.
¡Hasta la próxima!
💖 Fati 💖
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